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- "Pssss, ¡despierta!, ¡vamos, arriba, que ya has dormido cinco horas!, ¡es hora de levantarse a trabajar!, ¡venga, que ha cantado el gallo!" |
Abres los ojos como puedes, porque tienes mucho sueño y miras a tu alrededor. No está tu minicadena, ni la Play, ni tus libros, ¿y tu mesa de estudio?. |
- ¡Pero si anoche me acosté en mi habitación! - te dices. |
Miras a tu alrededor y te das cuenta de que en la habitación entra un ligero rayo de sol, has dormido encima de un montón de paja, tu padre se está vistiendo con una especie de túnica muy estropeada y tu madre está durmiendo a tu lado, también sobre paja, para darte calor y que no pases frío y, allí, en un rincón, ves una oveja y un cerdo durmiendo. |
Te levantas y te das cuenta que tus ropas son también harapos viejos y rotos y que la habitación en la que estás es la única habitación de tu casa. |
-Venga, vístete que tenemos que salir al campo a cortar madera para nuestro Señor, que hoy vienen los soldados del Conde a recoger el impuesto que nos cobra y, si no lo tenemos preparado, nos molerán a palos. |
"¿Cortar madera?, ¿los soldados del Conde?, ¿cómo que nos pegarán?, ¿y nuestros derechos?..." ¡creo que mi padre está confundido! |
Pues no, tu padre no se ha equivocado. Has despertado en el siglo XI, en pleno feudalismo, donde la vida del siervo está en manos del Señor feudal, donde tu vida no vale nada. |
Tendrás ocasión de conocer más sobre la vida en esta época y podrás plantear formas de defender vuestros derechos desde el punto de vista del ciudadano actual. |
Venga, entra y acompáñanos por este viaje. |
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