La
forma de los líquidos es variable (adoptan la forma que tiene el recipiente) porque, por encima de la
temperatura de fusión, las partículas no pueden mantener las posiciones
fijas que tienen en estado sólido y se mueven desordenadamente.
Sin el efecto de la gravedad, la forma
natural de los líquidos es la esférica (la gota). Si un astronauta,
en una estación orbitando la Tierra, lanza un vaso de agua, ésta
adopta la forma de grandes gotas suspendidas en el aire.
El
volumen de los líquidos es prácticamente
invariable, porque las partículas,
aunque no forman una estructura fija como en el caso de los sólidos,
se mantienen, como en ellos, relativamente juntas.
Los líquidos pueden
fluir, ya que sus partículas, al tener libertad
y no ocupar posiciones fijas, pueden desplazarse por los huecos
que aparecen entre ellas, permitiendo el movimiento de toda la
masa líquida.
Un chorro líquido entra en la botella y adopta su forma, sus partículas están muy separadas y pueden "fluir". Las partículas del bloque de hielo no peden entrar. Observa la animación, pulsa el botón "Ver visión molecular" para conocer qué ocurre a este nivel.