Los átomos pueden ganar
o perder algún electrón, perdiendo la neutralidad eléctrica
y transformándose en iones.
Si un átomo coge los electrones
que pierde otro se transforma en un ion negativo o anión |
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El átomo que pierde los electrones se transforma
en un ion positivo o catión |
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Las partículas que se transfieren
de un átomo a otro son siempre electrones; nunca protones.
Los cuerpos macroscópicos también pueden
electrizarse. ¿Cómo?
El método más sencillo consiste simplemente
en frotar uno contra el otro.
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Haz tú mismo la siguiente experiencia:
toma dos láminas de plástico, de las que se usan para
separar hojas en una carpeta, y, manteniéndolas separadas,
frótalas con un paño durante unos segundos. Luego,
acerca una a la otra y observa cómo se repelen. |
Por último, acerca una de ellas al paño
y verás que es atraída por él.
La explicación es que al frotar las láminas de plástico
con el paño hubo una transferencia de electrones entre las láminas
y el paño, quedando las láminas con cargas del mismo signo,
y el paño con carga opuesta.
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