(Pulsa para cambiar la posición del observador)
Si el ojo no está situado a la altura
correcta, se comete error de paralaje.
Si al medir el volumen de un líquido contenido en una probeta, el ojo
mira la escala desde arriba, lee un valor mayor. ¿Qué sucede
si miramos desde abajo?
Debido al error de paralaje originado por el menisco y la refracción
de la luz, una medida realizada en una escala graduada con unidades de 0,1
ml como la del dibujo, debe expresarse con una imprecisión de ±
0,3 ml (o más) dependiendo del tipo de líquido y del menisco
que forme. Fíjate que ese es el margen de oscilación según
varíes la posición del ojo.
Para entender mejor el error de paralaje sitúa el dedo índice paralelo a la pantalla del ordenador entre tu cara y ella. Mueve la cabeza arriba y abajo manteniendo el dedo fijo y verás como las líneas de la pantalla que parecían estar a la altura del dedo cambian de posición.